Virgen salina
- Juan Navia
- 26 nov 2022
- 1 Min. de lectura
me dibujé el mar en la piel
y ahora escucho la espuma
que me cubre como un manto
como siempre, soy agua
que bordea las márgenes
de violentos arrecifes
no me hacen daño, los atravieso
conjuro sutil y silente,
aguantando la respiración
a la espera, buena nueva
voy a dar a luz
a un caballito salino
de aletas doradas
mi vientre se mueve, dispuesto
la arena ha seducido
a mi cuerpo,
y ha quedado virginal y en cinta
si el cielo decide ser padre
no será criatura huérfana.
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